
Bajo nuestros pies se encuentran “las malas hierbas” esas que nadie quiere en los jardines modernos ni cerca a sus casas pero que han sido y que son medicina pura. Afortunadamente se puede ver como ahora hay más personas que están regresando a la sabiduría de las plantas medicinales y están reconociendo el valor de muchas de las plantas que han sido ignoradas y denigradas por el tiempo.
De pequeña recuerdo los tréboles que crecían en las orillas del pavimento de la casa. La fachada principal y la acera se vestían de tréboles, y una de nuestras tareas de pequeñas en casa , era arrancar las plantas siempre que aparecieran; labor que no aborrecíamos porque nos gustaba el sabor que tenía estas hojitas verdes amontonadas en cada esquina, y el olor que se desprendía de ellas al arrancarlas. Nunca supimos que lo que nos estábamos comiendo era una fuente de proteína natural y de isoflavonas ( fitoestrogenos).
Otro icono entre las plantas relegadas como de ” hierba mala” es el Diente de León. A veces lo usamos para pedir “deseos” soplando sus semillas esparciéndolas por el aire pero con la mínima idea de sus propiedades medicinales. Pasé varios veranos en casa de mi suegro; su casa está rodeada por un gran pedazo de Tierra que la cubre una deliciosa variedad de plantas medicinales como: el clavel rojo, Gordolobo, lavanda, laurel, ortiga, plantago, menta, geranio, milenrama, diente de león. Todas estas plantas y muchas más sirven de alimento a las abejas y otros polinizadores que asiduamente habitan el jardín, pero que cada fin de semana sufren la tortura de una destrucción masiva de su alimento y de la medicina por la poda y el deseo a que el jardín luzca como un jardín “Versailles-co”.
Esta es una lista de deliciosas plantas comestibles que pasan desapercibidas muchas veces y que están llenas de propiedades medicinales
- Trébol:
- Espadañas
- planta de pamplina o boruja
- Berro
- Cuarto de cordero
- lengua de vaca
- Plantago o Llantén
- Diente de león